Histérica
La estentórea voz clama la salvación
por lo difícil que le resulta morir
por los dolores que le causa pensar
por lo inútil que es ya (mentir).
Y grita interminables salmos y blasfemias
Reclama al Señor y al dios de Israel.
Y el espejo le devuelve a Flavros
a Astaroth, a Malphas,
no a sí.
Maldice las facticias imágenes… ¿ha sido así de fútil todo esto? …que se ha ido construyendo
¿En los estertores, sin Adramelech ni Conselheiro, todo es infértil?
Intenta, por fin, despintar el rostro mil veces maniqueo
El espejo le devuelve a un Minos acabado
a un acuchillado retrato londinense
a un viejo tísico que quiere ser uno con la Negra Noche
y que imposibilitado
chilla,
pide,
reza,
maldice,
se redime,
se condena,
a él.
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